OBAMA
Y LA DEFENSA DE LA VIDA
Bajado de la Web de Instituto Efrat
“Treinta y cinco años después de que el Tribunal Supremo fallara
en el caso
‘Roe contra Wade’,
creo que nunca como ahora ha sido tan importante proteger el
derecho a decidir. Durante toda mi carrera he sido un partidario
constante y fuerte de la justicia reproductiva, y he compartido
al cien por cien los puntos de vista de ‘Planned
Parenthood’
y de la
‘Liga
Norteamericana por el Derecho al Aborto” (Extracto de un
discurso pronunciado por Barack Obama durante su campaña
electoral, ante representantes de la federación abortista
norteamericana
“Planned
Parenthood of America”)
Es
evidente tras la lectura de estas líneas, que los partidarios
del control de la población han encontrado todo un
“padrino”
en el nuevo inquilino de la Casa Blanca.
Se
trata sin duda alguna del presidente más abortista en la
historia de los Estados Unidos. ¿Qué se propone llevar a cabo el
nuevo presidente? Vamos a ver a continuación algunas facetas del
nuevo presidente, relativas a esta materia.
Aborto
por nacimiento parcial
El
aborto por nacimiento parcial es un procedimiento bastante cruel
y sangriento, llevado a cabo para abortar durante el tercer
trimestre de gestación. El precio a pagar oscila entre 3.000 y
6.000 dólares y consiste básicamente en asistir parcialmente el
parto sacando primero los pies del bebé; luego se saca el
tronco, y, cuando ya se empiece a vislumbrar la nuquita, el
abortista perforará la base del craneo con unas tijeras,
abriendo un boquete por el que succionará el cerebro con la
ayuda de una cánula. Una vez succionado el cerebro, el abortista
extraerá el resto del cadaver, el cordon umbilical, la placenta…
y lo arrojará todo a la basura.
Como
en este caso el niño no habrá salido por completo del seno
materno antes de morir, por mucho que el indefenso bebé se agite
y patalee para Obama no se tratará de un homicidio, sino del
cumplimiento de un
“derecho
fundamental de la mujer”.
Obama lo ha apoyado siempre y no ha dudado nunca en arremeter
contra la sentencia del Tribunal Supremo en el caso
“González contra Carhart”
(año 2007) que confirmaba la constitucionalidad de la ley
federal de prohibición de este tipo de abortos.
Más
concretamente, sus palabras fueron estas:
“Discrepo
fuertemente con esta sentencia del Tribunal Supremo. Quiero
decir claramente que estoy convencido de que este tipo de
sentencias sientan la base para decretar otras medidas
encaminadas a restringir el derecho de la mujer a decidir, y que
los magistrados conservadores del Tribunal Supremo buscarán
otras oportunidades de erosionar la sentencia
‘Roe contra Wade’,
que es una disposición federal y un asunto en el que se pone en
juego la igualdad de derechos para la mujer.”
Senador
abortista
Obama
ha declarado siempre y en términos claros que su intención
personal no es otra que la de continuar apoyando el aborto.
Como
senador por Illinois, tres botones de muestra ponen de
manifiesto que su historial no ha sido precisamente pro-vida:
*
Ha votado siempre a favor de usar los impuestos de los
americanos para financiar campañas internacionales de promoción
del aborto, de los anticonceptivos y de la ideología de género.
*
Votó contra la disposición que protege el derecho de los padres
de una menor a ser informados antes de practicarla un aborto
*
Ha sido el único senador que se ha opuesto siempre al
“Acta de Protección
de Bebés Supervivientes”
(Born-Alive Infants Protection Act – BAIPA), disposición del
estado de Illinois enfocada a proporcionar una protección
adecuada a los bebés que sobrevivieran a los abortos -de igual
manera a la protección que ya estaba reconocida por ese estado
hacia los bebés prematuros- y que fue promovida tras el
descubrimiento en Chicago (por parte de la enfermera Jill Stanek)
de que los bebés nacidos vivos tras un aborto eran abandonados
hasta su muerte. La medida era muy similar al BAIPA federal, que
el presidente Bush firmó como ley en 2002. Obama se opuso al
Acta
durante tres sesiones legislativas consecutivas y habló dos
veces contra la ley desde la tribuna de oradores. Votó contra la
ley dos veces durante la comisión de estudio y volvió a votar en
contra ante el pleno del Senado de Illinois, el año 2002. Sus
palabras ante el Senado fueron más concretamente estas:
“Me
niego a aceptar una ley que margina las decisiones de la mujer y
del abortista encaminadas a inducir el parto para provocar el
aborto.(…)Si admitiéramos que un feto PRE-viable es una persona
con derechos protegidos por la Constitución, similares a los
derechos de que goza un niño ya nacido, entonces estaríamos
implícitamente prohibiendo el aborto”
En
definitiva, desde su elección al Senado en 2004 Barack Obama ha
recopilado en su expediente un 0% de apoyo a las cuestiones
planteadas por el
“Comité Nacional
del Derecho a la Vida”
(NRLC, por sus siglas en inglés) y un 100% de apoyo a las
cuestiones planteadas por la “Liga
Norteamericana del Derecho al Aborto”
(NARAL, por sus siglas en inglés).
Apoyado
por “Planned Parenthood”
“Deberíamos
contratar a tres o cuatro ministros de color, preferiblemente
con experiencia en servicios sociales, y que cuenten con una
personalidad atractiva.”
(Margaret Sanger, Fundadora de Planned Parenthood. Año 1952)
Planned
Parenthood
(que tuvo ingresos por más de 700 millones de dólares durante el
periodo fiscal 2002-2003) es la federación que representa en los
USA a la multinacional abortista IPPF.
Obama
ha recibido durante toda su campaña un 100% de apoyos por parte
del
“Fondo de Acción de
Planned Parenthood”.
Podríamos decir sin temor a equivocarnos que la ayuda de los
abortistas ha sido clave: Planned Parenthood envió por su cuenta
a electores censados en los nueve estados-clave de Florida,
Michigan, Missouri, Nevada, New Hampshire, Ohio, Pennsylvania y
Wisconsin más de tres millones de cartas apoyando a Barack Obama
y pidiendo el voto para
“su”
candidato. Además de eso, sus voluntarios llamaron a más de
100.000 puertas y realizaron más de 500.000 llamadas telefónicas
pidiendo explícitamente el voto para Obama. En Wisconsin la
campaña se mantuvo durante todo el año con la ayuda de 150
voluntarios, los cuales llamaron a más de 5.000 puertas para
informar y pedir el voto, enviaron cerca de 740.000 cartas
detallando las posiciones de los candidatos, realizaron al menos
30.000 llamadas telefónicas pidiendo verbalmente el voto, y realizaron
una campaña masiva a través de radio, televisión e Internet.
Como
acompañamiento no faltaron los clásicos mítines, en los que
los representantes de
Planned Parenthood
también participaron mostrando públicamente su entusiasmo por
Obama, como nos muestran los fragmentos de algunas
declaraciones:
“El
Fondo de Acción de Planned Parenthood apoya con orgullo como
presidente de los Estados Unidos de Norteamérica al senador
Barack Obama.
Ahora
más que nunca es de vital importancia elegir un presidente que
se asocie con nosotros en nuestro trabajo. Haremos todo lo que
esté de nuestra parte para ayudar a Barack Obama”.
(Cecile Richards, presidenta del
“Fondo de Acción de
Planned Parenthood”)
“Tanto
las mujeres de Nevada como todos aquellos a quienes les preocupe
el derecho de la mujer a decidir, necesitan saber la verdad:
Barack Obama es 100% pro-elección. Planned Parenthood ha
respaldado a Barack durante toda su carrera porque ha sido y es
un constante defensor de los derechos reproductivos!”
(Sheila Leslie, directora de
“Planned Parenthood
Advocates”
en Nevada)
“Con
la victoria de los candidatos favoritos de Planned Parenthood y
con Barack Obama liderando este país, los próximos cuatro años
deparan grandes promesas para las mujeres y sus familias.
Trabajaremos con la nueva administración Obama para avanzar en
las políticas de protección del acceso a la salud de la mujer.”
(Chris Taylor, director de políticas públicas de
“Planned Parenthood
Advocates”
en Wisconsin)
“Barack
Obama confía en la capacidad de las mujeres para tomar
decisiones de salud reproductiva sin intromisiones del gobierno.
Su rival, no.”
(Janet Colm, CEO y Presidenta de
“Planned Parenthood
Action Fund”
en Carolina del Norte)
¿Y
todo este apoyo, a qué precio? El precio a pagar lo confirmaba
el propio Obama cuando en mayo de 2007 expresaba lo siguiente a
los funcionarios de Planned Parenthood:
“Bien, lo primero
que haré como presidente es firmar el Acta por la Libertad de
Elección”.
El
Acta
(FOCA, por sus siglas en inglés) es una nueva disposición que
anularía virtualmente todas las limitaciones estatales y
federales al aborto, incluida la notificación a los padres en el
caso de que una menor pretenda abortar, e incluidas las leyes de
“conciencia”
que permiten a los médicos y resto del personal sanitario
negarse a proporcionar o realizar abortos. La FOCA también
eliminaría los periodos de reflexión obligatorios, y legalizaría
de nuevo el aborto por nacimiento parcial. Lo más peligroso si
cabe es que el
Acta
haría del aborto una ley federal, y mantendría la legitimidad
del mismo, aun si la sentencia
“Roe
contra Wade”
fuera revocada algún día. Obama reafirmó sus promesas en campaña
durante una tele conferencia mantenida con los representantes de
Planned
Parenthood
en California, en la que declaró que apreciaba el apoyo recibido
de esa federación abortista y dejó claro que él era
“pro-elección”
(eufemismo utilizado por los partidarios del aborto para
denominarse a sí mismos) y que por tanto no revocaría la
sentencia
“Roe
contra Wade”
en caso de ser elegido presidente.
No
caben dudas de que Obama va en serio, pues ha de pagar el apoyo
material que ha recibido de Planned Parenthood para sentarse en
el despacho oval. Lo más triste de todo es que, en realidad, la
deuda de Obama con los magnates del aborto la van a pagar los
norteamericanos de a pie (incluidos los pro-vida) ya que saldrá
de sus bolsillos el dinero con el que Obama piensa volver a
subvencionarles los programas mundiales de expansión del aborto.
Apoyado
por “National Abortion Rights Advocacy League”
Obama
ha recibido también durante su campaña un 100% de apoyos por
parte de la
“Liga Nacional para
la Defensa del Derecho al Aborto”
(NARAL).
Como
su propio nombre indica, NARAL es un lobby norteamericano de
apoyo al aborto. El presidente de NARAL y activista pro-aborto
Kate Michelman respaldó durante toda la campaña a Barack Obama,
y explicó su apoyo en una columna del Huffington Post. En esa
columna declaraba que apoyaba a Obama
“con toda su pasión
y entusiasmo.”
¿Y
todo esto a qué precio? El precio lo explica el propio Obama:
“La
capacidad de una mujer para decidir cuantos niños quiere tener y
cuando, sin interferencias del gobierno, es uno de los derechos
más fundamentales que poseemos. No sólo es cuestión de asegurar
el derecho a decidir: Se trata más aún de asegurar la igualdad
de oportunidades para todas las mujeres. Por tanto, yo, que he
luchado por los derechos reproductivos, haré de ‘Roe contra
Wade’ una de mis prioridades como presidente, y me opongo a toda
enmienda constitucional encaminada a derogar esta disposición.
Creo
que debemos trabajar juntos para reducir el número de embarazos
no deseados, y soy partidario de expandir el acceso a los
servicios de prevención. Esta es la razón de que yo
copatrocinase el “Acta de Prevención” en 2007, con el fin de
incrementar las aportaciones monetarias a los programas de
planificación familiar, a los programas de promoción de la
contracepción de emergencia, y a los programas enfocados en
proporcionar una ayuda compasiva a las víctimas de violación.
Por
último, quiero declarar mi apoyo a las leyes de prevención de la
violencia e intimidación contra los proveedores de servicios de
salud reproductiva o contra sus pacientes”
(Declaración
efectuada ante representantes de NARAL, el 14 de Mayo de 2007)
Apoyado
por “Catholics For a Free Choice”
Frances
Kissling, presidenta de la organización abortista
“Católicas por el
Derecho a Decidir”,
tampoco ha dudado en apoyar a Obama.
El
Instituto Efrat
desea advertir a la opinión pública que esa organización puede
ser cualquier cosa, menos católica: Sus afiliadas centran sus
ataques de manera constante contra el Papa con el objeto de
contrarrestar su influencia en los países de fuerte presencia
católica, y con el fin ultimo de implantar la cultura de la
muerte en aquellos países sobre los que trabajan.
No
teníamos claro en
Efrat
si Obama es más anti-vida de lo que parece, o si a Kissling le
habían hecho una oferta que no pudo rechazar: Kissling declaró
durante las primarias que prefería apoyar a Obama antes que a
Hillary Clinton, ya que a su juicio la Senadora Clinton
“no está siendo lo
suficientemente radical en el tema del aborto”.
Leer
esto y conocer mínimamente a Hillary Clinton, es como para
echarse a temblar: Hillary aspira a lograr el reconocimiento
universal del
“derecho al aborto
sin limitaciones”
y por lo tanto, pretende la abolición universal del derecho
natural a la objeción de conciencia. La promoción
“del
aborto como derecho humano”
la realizaría especialmente impulsando los
Objetivos de Desarrollo del Milenio,
y más concretamente el número 5, que incluye
“el
acceso universal a los servicios integrales de salud
reproductiva”,
esto es, al aborto químico y también quirúrgico.
Aunque
sabiendo ya que Clinton formará parte del gabinete Obama, las
dudas se nos han disipado: Hillary Clinton contará para el
desarrollo de su
“estrategia global
de salud reproductiva”
con Susan Rice, nominada por Obama nada más y nada menos que
“Embajadora de USA ante Naciones Unidas”.
Rice fue miembro del gobierno de Bill Clinton y formó parte de
la directiva del
“Fondo
de los Estados Unidos para UNICEF”,
compartiendo mesa de trabajo con los abortistas Timothy Wirth,
Madeleine Albright -Secretaria de Estado de Bill Clinton- y John
Kerry.
Sobre
Timothy Wirth, merece la pena recordar que participó activamente
como subdirector de la delegación norteamericana en la
Conferencia de El Cairo (1994), abogando junto con su jefe Al
Gore por el reconocimiento internacional del aborto como medio
de control de natalidad. Está claro que, en el tema del aborto,
Obama romperá moldes.