Ante múltiples consultas recibidas en nuestra Asociación
FAMPAZ, Familias del mundo unidas para la Paz, debido a las
declaraciones favorables a la despenalización del aborto,
vertidas la semana pasada por una jueza de la Nación.
FAMPAZ reitera que lamentamos que una ministra de la Corte
Suprema de Justicia de la Nación, Carmen Argibay, incite
públicamente al homicidio de una persona débil e inocente
antes de su nacimiento, como única opción a la mujer
embarazada en conflicto. Creemos que desde el rango que
ocupa y que le da posibilidades para bregar por el bien
común de la sociedad, tendría que preocuparse por la mujer
desde una óptica más abarcativa y humana. Promoviendo
reglamentaciones para contener a la mujer embarazada en
situación limite, amparándola para que lleve felizmente su
embarazo a terminó, por el bien de la salud física y síquica
de la mujer, y sobretodo por la vida de los inocentes a
quienes se los condena simplemente por querer nacer.
Somos concientes que propagandas bien estructuradas procuran
la despenalización del aborto en Argentina, no para ayudar a
las mujeres pobres, sino para favorecer el negocio de los
aborteros y las clínicas que buscan ser reconocidas por las
prepagas.
Tampoco creemos que se pueda disminuir ni medir las muertes
maternas con el aborto permitido o prohibido. El aborto
además de ser un asesinato cometido contra el ser más débil
e indefenso, es un acto “quirúrgico”, una operación. La
misma en clínica de lujo o sin ella, pone en peligro la vida
de la madre, y lo mas grave SIEMPRE quita la vida a una
persona humana en crecimiento, con ADN propio, impresiones
digitales, único e irrepetible que ya existe, y cuya vida
esta protegida en nuestra Constitución.
Cada aborto es un ser inocente que interpela desde su dolor
silencioso a nuestra sociedad, clamado “que hicieron con su
hermano”.
También hacemos extensiva nuestra invitación, a quienes se
sienten comprometidos con la vida, a la próxima MARCHA DE
LOS ESCARPINES a realizarse en Rivadavia y Callao el próximo
último miércoles 30 de Septiembre, a ser voz de quienes no
tienen voz.