Los
integrantes de la asociación FAMPAZ y Marcha de los
Escarpines, el pasado 27 de Junio en la Cámara
de Diputados de la Nación Argentina,
presenciamos con dolor como se ignoraban los derechos a
la vida humana en su etapa mas frágil, cuando comienza.
Asombrados asistimos a una votación relámpago, que
en solo tres horas, dio media sanción al delicadísimo
proyecto de ley, de Fertilización Artificial,
médicamente asistida.
En
un país que aún en sus leyes, conserva como prioritario
el respeto a la vida desde la concepción, es lamentable
el avance de posturas ideológicas que con un marcado
encono arrasan la protección de la vida en su etapa más
indefensa y vulnerable, cuando, feto, sigoto, no puede
defenderse.
Mientras escuchábamos a nuestros diputados, revivíamos
una imagen Bíblica cuando Dios pregunta a Caín que ha
hecho con su hermano, y este comienza a dar un sin
numero de excusas, para ocultar la Verdad, que su
mezquindad lo llevo a matarlo y ocultarlo. Algo similar
sucedió ese día en el Congreso. Nuestros diputados
planteaban mil excusas para crear la nueva figura de
argentinos de primera y argentinos de segunda, ambos
llamados a la vida extracorpóreamente. De primera los
que serán implantados en una mamá, de segunda los que
dormirán el sueño del olvido en una clínica de
fertilización, cuya mamá será una dolorosa y helada
conservadora.
Con
excusas poco claras, hablaron de democracia, de una
democracia con excluidos, que no se basa en la igualdad,
ni el respeto de todos.
El
proyecto no respeta la ley Argentina. De aprobarse en el
Senado, dejara herido los cimientos morales de nuestro
país, que siempre protegió los “derechos del niño y el
derecho a una identidad” de aquellos que no pueden
defenderse. Contrariamente este proyecto solo reconoce a
quien “quiere tener un hijo, considerándolo un derecho”.
Olvida que una democracia se construye con Moral
y Justicia, ya que como decía Juan Pablo II.
“Un país sin Justicia y sin Moral
corre riesgo, de dejar de ser democrático.”
La titular de la comisión de Salud, la oficialista María
Elena Chieno, consideró que la sanción de esta ley
"repara una deuda social" en "un país que aseguró el
acceso a derechos sociales progresistas". (Diario
Nueva provincia 28 de junio). Marcha de los
escarpines se pregunta ante esta afirmación, si nuestros
legisladores arman su agenda con un orden real de
prioridades? Porque hablar de que este proyecto “repara
una deuda social” es ignorar: el hambre al que están
sometidos cientos de niños argentinos, a los que viven
en situación de calle, a los que se quedan sin trabajo
porque cierran las fábricas ¿o esas prioridades no están
contempladas dentro de la "deuda social", aunque sean
necesidades primarias?
El proyecto desde su articulo número 1 tiene falencias
gravísimas, al “garantizar el acceso integral a los
tratamientos médico asistenciales de reproducción
médicamente asistida” a todos y todas, sin regular las
biotecnologías, deja librado a capricho sus técnicas y
sus finalidades. Habilita por falta normas que lo
regulen, a concebir “un hijo a gusto”, como quien
adquiere un traje, eligiendo el color, características y
usos que se quiera. En cuanto a la cantidad de personas
que se incluyan o que requieran la fertilización, no
pone límites, como tampoco a la cantidad de embriones
fecundados. De esta forma facilita
el libre camino de las clínicas, para “abrir una fábrica
de hijos a medida y antojo, o prioridad del consumidor”.
Da tristeza ver como el hijo pasa de ser un
Don, fruto de una unión esponsal por amor, a ser un
objeto que se adquiere porque la ley protege
solamente “el derecho a poseer un hijo,”
e ignora todos los derechos del principal
involucrado “el bebe que es llamado a la vida.”
Otro dato curioso es que el proyecto en ninguno de sus
artículos habla de curar a la persona infértil, pero se
incluye en el programa médico obligatorio. Deja claro
que posibilita las técnicas imaginables actuales y
futuras. Según los integrantes de Marcha de los
Escarpines, el proyecto en su totalidad es un atropello
a la vida naciente.
En una conjunción "de omisiones"
queremos creer "por desconocimiento o falta de estudio”
por parte de quienes le pusieron la firma. En el se
ignoran totalmente los derechos del EMBRIÓN O HIJO
BUSCADO". Los diputados si bien se acuerdan
de mencionar la creación de un registro único de
establecimientos sanitarios habilitados para realizar
las técnicas, como de un banco de receptores de gametos
y de embriones, omiten el registro de datos de los
donantes, y de los embriones concebidos, que seguirán su
triste destino de esclavitud de atrapados en el hielo.
Curiosamente el proyecto aprobado, no pone límites ni
sanciones, a los que violen los derechos de las personas
que se involucren en estas técnicas. Dejando a quienes
recurren a ellas, en poder de la organización de los
establecimientos autorizados, para las practicas de
fertilización. Confiamos que en la Cámara alta, sea
tratado con mas responsabilidad, y en el no se priorice
solo una ideología, eludiendo la responsabilidad humana
de proteger el patrimonio de la humanidad, la vida del
hombre, como bien dejaron rubricado con su firma,
quienes protegieron en nuestra Constitución y nuestras
leyes, la vida humana desde la concepción.